Lesión Medular y alberca

Todo cuerpo sumergido en un fluido experimenta un empuje vertical y hacia arriba igual al peso de fluido desalojado. -Arquímedes

En el agua, el cuerpo queda aliviado del 80% de su peso y controlas tus articulaciones, tus tendones y tu espalda. Por tanto, nadar es la actividad ideal para reeducar las extremidades.

La natación es uno de los mejores deportes para mejorar el retorno venoso. Favorece el efecto de circulación de la sangre situada en las piernas, gracias a la alternancia de contracciones musculares. A demás, si se añade la posición horizontal, el aire y la presión del agua en conjunto añaden una importante acción de drenaje. Ya que el abdomen se ejercita y por ende el intestino funciona de mejor manera. Nadar no solo nos ayuda a la circulación sino también a obrar bien.

Así que a nadar, que te hace muy bien en todo tu cuerpo, mente y alma. Te ayuda con la circulación, con los problemas de digestión lenta, te pone feliz, te llena de energía y aparte de todo fortalece tu condición física.

Cuando se tiene LM o algún padecimiento que disminuya la sensibilidad de los pies, se necesita extrema precaución en la alberca. Algunas están hechas a base de mosaicos pequeños, estos con el desgaste y uso tienden a perder piezas dejando huecos vacíos filosos.

Al nadar, rozamos el piso tallando y probablemente esto nos ocasiones laceraciones y heridas que pongan una pausa en nuestra rutina. La falta de sensibilidad en estos casos tiene sus pros y contras. Por un lado no nos duele, esto podría tomarse como ventaja pero en realidad es contraproducente. Al no sentir tenemos menos cuidado. El dolor es una ventaja pues nos sirve de alerta y nos lleva a tomar precauciones.

Otro factor del que tenemos que estar conscientes es el piso caliente. Debemos evitar a toda costa caminar descalzos. Los pisos de alberca generalmente son porosos y rasposos para evitar que uno se resbale; a eso le sumamos el calor del piso provocado por el sol, el resultado casi seguro será una quemadura acompañada de un raspón.

Para evitar esto, la solución es fácil: zapatos especializados. Si se te complica, puedes conseguir zapatos acuáticos en cualquier supermercado. No debes usarlos por mucho tiempo ya que la humedad puede provocar hongos. Seca bien tus pies y chécalos constantemente para evitar puntos de presión.

Si ya te lastimaste, no uses cremas ni pomadas. No la tapes con gasas porque crea humedad y retrasa la cicatrización aún más. Lo mejor es tener la herida al aire en lugares cerrados y solo cubrirla con gasa al momento se salir a la calle. Lavar con agua y jabón dos veces al día y poner alcohol. Lo mejor para tratar estas heridas es terapia de ozono.